¡Por fin Vacaciones!
Al fin han llegado las vacaciones. Estoy cansado, pero también estoy quemado. No tanto por el trabajo, que también como por la movida con el Pharaoh Felón. (Estoy pensando en ponerle minúsculas porque su pequeña vida no merece mayúsculas).
Hoy en la oficina ha habido revelaciones varias, a medida que la gente se va enterando de mi historia, van surgiendo otras historias en los que mis compañeros han sido víctimas del Pharaoh Felón. Parece que ha ido haciendo amigos a lo largo de su vida. Pero siento, huelo que le tienen miedo. Es un tío con cierto prestigio por ahí, y sobre todo en Madrid. Su secreto es que miente más que habla, (ni una mala palabra ni una buena acción) y se inventa una realidad paralela cuando tiene reuniones en las oficinas centrales. Menos mal que la gente ya le va calando y se ríen de él por todas partes. Ahora solamente falta que se rían de él en Madrid... porque nosotros ya lo hacemos. Nos putea, pero nos reímos de su ridícula vida.
Hoy no he hecho mucho. No hay ganas, pero como yo está toda la oficina. A todos nos falta motivación, y se nota.
Después de eso me fui con (C.) Rinchi a comer a un kebab. ¡¡¡Qué rico!!! Hoy me apetecía comida guarra, de esa grasienta que se sale por los lados pringándote los dedos mientras muerdes. Tomamos ambos lo mismo: una pizza enrollada. Después nos tomamos un helado de Haagen-Dazs para completar la comida hipercalórica.
A continuación nos fuimos a ver cámaras de fotos, porque su novia quiere regalárselas a sus hermanas. ¡Debe ganar bastante!
Después de comprar lo que me encargó (S.) Supersexiaunquenoselocrea volví a casa para hacer la maleta. ¡Ufff! Más complicado de lo que parecía. He metido el libro de M. y el de Federico Jiménez Losantos, para que se lo lea mi madre. Pero con las cosas de (S.) Supersexiaunquenoselocrea la maleta ya iba MUY llena. Creo que he metido todo. Mañana ¡a casa!
¡Qué ganas de ver de nuevo a M.! Abrazarle, mirarle, besarle, amarle es increíble.
Hoy en la oficina ha habido revelaciones varias, a medida que la gente se va enterando de mi historia, van surgiendo otras historias en los que mis compañeros han sido víctimas del Pharaoh Felón. Parece que ha ido haciendo amigos a lo largo de su vida. Pero siento, huelo que le tienen miedo. Es un tío con cierto prestigio por ahí, y sobre todo en Madrid. Su secreto es que miente más que habla, (ni una mala palabra ni una buena acción) y se inventa una realidad paralela cuando tiene reuniones en las oficinas centrales. Menos mal que la gente ya le va calando y se ríen de él por todas partes. Ahora solamente falta que se rían de él en Madrid... porque nosotros ya lo hacemos. Nos putea, pero nos reímos de su ridícula vida.
Hoy no he hecho mucho. No hay ganas, pero como yo está toda la oficina. A todos nos falta motivación, y se nota.
Después de eso me fui con (C.) Rinchi a comer a un kebab. ¡¡¡Qué rico!!! Hoy me apetecía comida guarra, de esa grasienta que se sale por los lados pringándote los dedos mientras muerdes. Tomamos ambos lo mismo: una pizza enrollada. Después nos tomamos un helado de Haagen-Dazs para completar la comida hipercalórica.
A continuación nos fuimos a ver cámaras de fotos, porque su novia quiere regalárselas a sus hermanas. ¡Debe ganar bastante!
Después de comprar lo que me encargó (S.) Supersexiaunquenoselocrea volví a casa para hacer la maleta. ¡Ufff! Más complicado de lo que parecía. He metido el libro de M. y el de Federico Jiménez Losantos, para que se lo lea mi madre. Pero con las cosas de (S.) Supersexiaunquenoselocrea la maleta ya iba MUY llena. Creo que he metido todo. Mañana ¡a casa!
¡Qué ganas de ver de nuevo a M.! Abrazarle, mirarle, besarle, amarle es increíble.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home