Semana de curso

Hoy empecé un curso. La verdad es que ha sido bastante coñazo. Además hemos tenido uno de esos profesores que debe ser un gran profesional, pero que enseñando es caótico, porque quiere dar demasiada información. Hay mucha gente que no se da cuenta que en este tipo de clases hay que dar dos o tres ideas MUY claras, con eso deberían darse por satisfechos. Después deberían dar mucha bibliografía, apuntes y lo que quieran, pero fundamentalmente cuatro ideas básicas.

Encima hay un poco de confusión con el horario: parece que en la Dirección General le pusieron 20 horas al curso y el Ministerio dice que deben ser 16 horas, así que han recortado cuatro horas de golpe y porrazo. De esta manera, algún profesor nos da las mismas cosas pero a toda velocidad. Eso también ha provocado que tuviéramos solamente una hora de clase por la tarde. Así que nos quedamos a comer para una hora de clase.

Lo bueno es que después fui con M. a su nueva casa. Está quedando preciosa, y eso que casi no tiene muebles. Pero es muy agradecida, con un sofá, dos sillones, el dormitorio completo (eso sí) y unas cosas en los baños, está increíble. Fuimos a comprar el cable de la antena de la TV y vino el fontanero: M. quiere sacar la lavadora al tendedero, pero como no hay desagüe ni toma de agua, hay que hacer una pequeña obra. A mi me da un poco de mal rollito empezar a romper la casa, pero la verdad es que es MUY buena idea. Se gana mucho espacio en la cocina.

También vimos el sofá que la madre de M. le va a regalar. Es precioso ¡y con roncadero! Jijijiji.

Ufff, la madre de M. le ha preguntado si ya ha hecho la cama, pero con la intención de hacérsela por primera vez (parece que le hace ilusión). Pero su hermana también se lo ha preguntado, pero creo que con otras intenciones. Menos mal que el otro día no me sometió a un interrogatorio, no fue tan... ella como me lo había pintado M. Creo que se cortó, al menos el otro día. Puede que la próxima vez que nos encontremos me haga el cuestionario completo.